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miércoles, 21 de junio de 2017

Natillas caseras con yemas de huevo.

 Paso por aquí casi a saludar, estoy agandulada, me da pereza sentarme en el ordenador por la noche a editar fotos y subir recetas, el calor ha llegado para quedarse y yo ya enciendo poco o casi nada el horno, así que os traigo unas natillas que hice para aprovechar unas yemas de huevo que me sobraron, están muy cremosas y ricas.
 La receta la copié a Anna recetas, si quieres ver su receta pulsa aquí.

INGREDIENTES:

-1 litro de leche entera.
-5 yemas de huevo.
-100 grs. de azúcar (cuatro cucharadas soperas)
-un trozo de cáscara de limón
-1 rama de canela
-40 grs. de maizena (dos cucharadas soperas).

PREPARACIÓN:

Reservamos un vaso de leche fría y calentamos el resto con la rama de canela y la piel de limón. Cuando la leche empiece a hervir bajamos el fuego para que no rebose y dejamos que hierva durante cinco minutos a fuego muy lento.
Mientras, añadimos la maizena al vaso de leche que hemos reservado y removemos hasta que se disuelva por completo. Al principio está muy compacto pero, remueve, que se va a mezclar por completo y verás que todos los grumos desaparecen en un momento.
 Coloca las yemas en un bol bastante amplio y añade el azúcar y la leche con la maizena. Bate bien con las varillas.
Después de haber hervido la leche durante cinco minutos, pásala por un colador para retirar los trocitos de cáscara de limón y canela que pueda tener. Ahora es el momento de incorporarla a las yemas. Es muy importante que lo hagas poco a poco.
Con las varillas en marcha, vierte la leche en el preparado de yemas, sin dejar de batir, hasta que la hayas añadido toda. Verás que te queda espuma en la superficie. Es normal. Vierte todo el preparado en un cazo y llévalo al fuego. El fuego debe ser bajo, ya que esta preparación se pega y se quema con facilidad. Remueve sin parar con una cuchara o una varilla manual. Cuando desaparezca la espuma de la superficie y las natillas espesen, ya puedes retirar el cazo del fuego. Este paso suele durar unos diez minutos. No seas impaciente o se te puede quemar.
Vierte las natillas en vasitos o cuencos, yo puse una galletita encima. Espolvorea la superficie con canela molida, una vez que se haya enfriado.
Guarda las natillas en el frigorífico y sírvelas muy frías.